El 22 de abril se celebra el 51.º aniversario del Día de la Tierra y, como todos los años, se trata de una ocasión para detenernos un momento y observar con más atención nuestro medio ambiente. ¿Apreciamos lo suficiente lo que se nos ha dado? ¿Lo cuidamos como se merece? ¿Qué podemos hacer, pero también, qué podemos dejar de hacer para cuidarlo mejor?
Por suerte, muchas organizaciones en todo el mundo nos ayudan a responder esta última pregunta y nos dan numerosas opciones para participar. Existen muchas maneras de participar en todos los niveles, tanto de forma local como global, ya sea mediante una donación personal o de tu empresa, dando apoyo financiero, organizando un acto o incluso participando en uno.
En el Pirineo catalán, el Projecte Boscos de Muntanya (como su hermano, el Bergwaldprojekt en Alemania, Austria y Suiza) organiza campañas de voluntarios donde cualquiera puede donar o participar para promover la mejora y conservación de bosques y entornos de montaña.

Estas son algunas empresas del sector del esquí que promueven la actividad al aire libre y mantienen una estrecha vigilancia sobre la naturaleza:
Todas ellas nos enseñan que hay muchas formas de participar, ya sea desde casa, estando de viaje o en la misma montaña. Podemos tener un efecto positivo sobre el planeta siendo conscientes de los productos que compramos, la comida que comemos, los medios de transporte que utilizamos y el modo en que practicamos nuestras actividades favoritas al aire libre.

En el sector deportivo, Play Green Project se dedica a concienciar sobre el cambio climático mediante la organización de eventos deportivos, programas de información y la creación de capacidades para lograr una práctica deportiva sostenible en toda Europa. Cuenta con el apoyo de varios asociados:
- Lithuanian grassroots football Association
- Estonian Football Federation
- Malta Football Association
- ENGSO – The European Sport NGO
- Associació Ecoserveis
- Voetbal Vlaanderen
Existen muchas organizaciones e iniciativas dedicadas a salvar los montes, con el objetivo común de inspirar una actividad al aire libre segura y responsable, además de contribuir a la conservación. Estos son solo algunos ejemplos:
Las empresas y particulares que deseen ayudar a financiar organizaciones medioambientales también pueden unirse a 1% for the Planet. La idea es que las empresas donen el 1 % de sus ingresos para ayudar a reforzar aquellas organizaciones centradas en resolver los problemas del mundo.

En el nivel del gobierno global, el United Nations Development Programme define 17 Sustainable Development Goals
que son una llamada a la acción para acabar con la pobreza, proteger el planeta y asegurar que todas las personas disfruten de paz y prosperidad en 2030, e invita a todas las empresas a seguirlos.
No obstante, también debemos perseguir estos objetivos de forma individual, ya que toda acción cuenta, desde evitar de forma consciente los embalajes contaminantes hasta la organización de una jornada de limpieza de una montaña. Optemos por dejar el coche en casa cuando sea posible y elijamos soluciones digitales para reducir el consumo de papel. El mero uso de una botella de agua reutilizable puede ahorrarnos más de 60 botellas de plástico al año.

Cada día se digitalizan más acciones físicas como las compras, el ocio o incluso los viajes, lo que reduce de forma significativa la producción de papel, plásticos y otros elementos desechables. La comunidad del esquí no es ninguna excepción a esta evolución. Nuestro mundo se está volviendo digital y pronto llegará el día en que todo lo que queramos o necesitemos esté disponible desde la palma de la mano. De este modo podremos ahorrar mucho tiempo y dinero, y podremos dedicarnos exclusivamente a lo que más disfrutamos: vivir la experiencia.
Según Mastercard, los pagos sin contacto crecieron más de un 40 % en todo el mundo en el primer trimestre de 2020, y muchos países, como Suecia y Finlandia, tienen el claro objetivo de profundizar en este camino. Debido a la actual situación de la COVID-19 y el miedo al contagio, esta tendencia no va a hacer sino aumentar, por lo que no tenemos más opción que abrazar y utilizar las transacciones digitales. Al final, disfrutaremos de más flexibilidad y se reducirá el consumo de papel.
Por otra parte, este periodo de distanciamiento social y confinamiento en casa nos ha obligado a comunicarnos por medios digitales y a emplear las redes sociales de un modo más eficaz. Pese a la incertidumbre sobre lo que pudiera suceder, la comunicación ha supuesto una ayuda. Por ejemplo, gracias a los mensajes push a través de teléfonos móviles, las estaciones de esquí y los visitantes se han podido mantener en contacto de forma más rápida y sencilla. La posibilidad de comunicarse mediante canales digitales ayudará a las empresas a recuperar negocio y explicar de forma más sencilla lo que hacen para contribuir a la sostenibilidad, como mejorar la gestión de los residuos. Esperamos que la pandemia nos ayude a ser más conscientes y cuidadosos con nuestro entorno. Por ejemplo, debemos mantener la tendencia de permanecer cerca de casa, lo que tendrá un efecto positivo al reducirse las emisiones de los viajes de larga distancia.

La digitalización también permite a las estaciones de esquí sustituir los pases de un día en papel por la recarga digital de una tarjeta RFID. Mediante la venta en línea de pases, la estación da a los esquiadores tiempo para planificar y comparte información sobre la ocupación estimada para cada día. De este modo se evitan las aglomeraciones y se reduce el impacto sobre las montañas.
Reemplazar los mapas en papel por mapas digitales 3D, como los que Skitude proporciona en muchas estaciones, también ahonda en el compromiso a largo plazo por la sostenibilidad, ya que los mapas no acabarán en el cubo de la basura o en el suelo. Por no mencionar que resulta más rápido y sencillo actualizar la información. La experiencia de usuario también mejora gracias a la posibilidad de localizarse en el mapa digital.

Como se dice, «si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él». La tecnología no es una excepción. El tiempo la hará cada vez más relevante y este es el mejor momento para empezar a utilizarla y desarrollar nuestras competencias digitales, de modo que podamos aprovechar las olas de la tecnología y la sostenibilidad. Vistos los beneficios que la digitalización tiene tanto para el medio ambiente como para nosotros mismos, no hay duda sobre el camino a seguir.